La salsa bechamel para croquetas es una salsa que nos sirve para infinidad de cosas en la cocina la única diferencia en cada plato es el grado de espesura. Para las croquetas necesita un punto más espeso que para los canelones por ejemplo. Pero bien es cierto que hasta que no le pillamos el truco a esta salsa puede llegar a salirnos de todo menos lo que esperamos.
Yo al principio me peleaba con esta salsa. Porque creedme que me resultaba bien difícil conseguir la textura idónea. Pero en casa nos encantan las croquetas, y la verdad como tozuda soy un rato, hasta que no lo he conseguido no he parado. Os cuento cómo preparo yo la salsa bechamel para croquetas.
Para la salsa bechamel para croquetas necesitamos:
- 1 cebolla
- sal
- Aceite
- 90 gr de harina
- 1 l de leche entera
En una sartén echamos un poco de aceite y la cebolla picada y la dejo rehogar hasta que queda transparente. Mientras en un cazo pongo el litro de leche a hervir.
Cuando tenemos la cebolla lista echamos la harina. Removeremos bien para que no se queme y la cocinaremos para que no quede cruda. Notaréis que está en su punto cuando ésta parezca que se separa y se queda desmenuzada. Cuidado que no se nos queme!.
Cuando tenemos la harina cocinada, echamos poco a poco la leche caliente y sin parar de remover vamos ligando para que no se nos hagan grumos. Lo importante es que como los ingredientes están calientes conseguiremos que los grumos no se hagan con tanta facilidad que con los ingredientes fríos. Cuando tengamos toda la leche incorporada a la harina, echaremos la sal.
Removemos bien sin parar con las varillas o bien con una espátula de madera para no rayar la sartén. Tened en cuenta que la salsa bechamel para croquetas no puede quedar líquida tiene que quedar con una textura más bien espesa porque sino las croquetas se desharían.
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