Con nuestros primeros tomates de la huerta bien maduritos vamos a preparar una deliciosa salsa de tomate frito casero. Es que no hay nada como la cocina natural porque además de más sano le da a nuestros platos un toque mucho más sabroso y especial. En nuestra casa siempre intentamos, que todo aquello que comemos sea natural o elaborado por nosotros evitando siempre los platos precocinados que comercializan.
Hoy pues os traemos esta receta que no contiene muchos ingredientes pero eso sí laboriosa, que nos hace dedicarle un rato en la cocina, vamos allá!
Necesitaremos:
Limpiamos bien los tomates, le quitamos la piel y los cortamos en gajos. (Podemos escaldarlos durante unos segundos para que nos sea más fácil retirar la piel).
En una olla alta, que pondremos en el fuego, le echaremos un chorrito de aceite, y vertemos los gajos de tomate y con el fuego medio vamos removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue al fondo. Cuando hayan pasado unos 15 minutos, echaremos una pizca de sal (ojo con la sal, hay que echarle un poquito porque cuando se evapore el agua quedará totalmente concentrado el tomate echando a perder el plato). Echamos las 2 cucharadas de azúcar y vamos removiendo durante aproximadamente unos 50 minutos que ya veremos el tomate reducido y concentrado y un aspecto delicioso a la salsa.
La salsa la vertemos en botes de cristal para su conservación, y podéis hacerlo al baño maría, el mismo sistema que como hacemos con las mermeladas yo la guardo en botes de distinto tamaño según mis necesidades para después no desperdiciar el resto de salsa ya que una vez abierto en la nevera me aguanta bien 4 o 5 días.
Tomate frito casero el verdadero sabor!!
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