Esta temporada del año es sin dudarlo para mi la mejor en cuanto a comida se refiere. Y es que es esta época del año donde podemos degustar una rica variedad de fruta y de pescado en el mercado. Hoy unas sardinas al horno, que además de deliciosas os sorprenderá la forma tan limpia de cocinarlas, con lo que os encantará doblemente.
A esta rica propuesta de pescado al horno os proponemos otras opciones que ya os hemos presentado anteriormente como la rica trucha a la plancha con jamón, o la deliciosa caballa con ajo y perejil entre otras opciones, pero vamos a por las sardinas al horno que os encantarán.
Ya sabéis que preparar sardinas a la plancha en casa es algo molesto por los malos olores que nos dejan en la cocina, por ese motivo os proponemos preparar estas sardinas al horno que además de sabrosas es una forma muy limpia de cocinar el pescado, evitando malos olores y cosa muy importante ensuciando al mínimo la cocina.
Para preparar unas sardinas al horno, es muy sencillo y podremos hacerlo en tan solo unos 25 minutos como máximo, el resultado es un pescado al horno riquísimo y muy saludable, ya sabéis que el pescado azul tiene muchos beneficios para nuestra salud. Y con esta forma de preparar el pescado no tenéis excusas.
Es bien sencillo preparar estas ricas sardinas al horno, para 2 personas:
- 12 sardinas
- Aceite
- Sal
- 1 limón
- Primero de todo vamos a precalentar el horno a 200º mientras preparamos las sardinas.
- Limpiaremos las sardinas, quitándoles la cabeza y la tripa, una buena forma es con la ayuda de unas tijeras, cortamos por la cabeza. Y en la parte de la panza, quitamos las tripas de las sardinas y limpiamos bien bajo el chorro de agua.
- Secamos con papel de cocina las sardinas y las sazonamos.
- Incorporamos las sardinas en una fuente para horno, las disponemos separadas unas de otras y les incorporamos un chorrito de aceite y el zumo del limón.
- Metemos las sardinas en el horno y las dejamos cocinar durante unos 20 minutos aproximadamente. El punto exacto de las sardinas al horno es que no nos queden muy secas, deben quedar hechas pero no resecas, tened en cuenta que las sardinas tienen muy poca carne con lo que no deberemos tenerlas demasiado cocinándolas para no resecarlas.